La moda avanza aceleradamente. Si hace décadas teníamos que esperar a que las últimas tendencias viajaran meses para llegar a las vitrinas, hoy vemos como cada semana nuevas colecciones llenan los estantes de las grandes cadenas de moda, incentivando a las personas a adquirir las últimas prendas.
Comprar y desechar pareciera haberse convertido en la única forma de relación que podemos establecer con nuestra vestimenta, dada no sólo por la velocidad con la que cambian las nuevas tendencias sino también por la baja calidad de cada uno de los productos, lo que nos obliga a deshacernos de ellos al poco tiempo.
Pero ¿qué pasa con todos estos residuos textiles? Lamentablemente, menos del 1% se recicla. Esta cifra es ínfima y en términos económicos representa pérdidas de 100 mil millones* de dólares en materiales cada año. Se estima que el 85% de los textiles llegan a los vertederos o son incinerados, ambas opciones con sus respectivas consecuencias medioambientales, y que un 73% de la ropa que se puede reutilizar se pierde antes de ser manipulada.
Todas estas cifras dan cuenta de lo profundo que es el problema de los textiles en el mundo, o más bien de cómo nuestra forma de consumir está generando un grave daño en el medio ambiente y demuestran que la única vía para revertir o atenuar este conflicto es a través de formas de producción que se opongan a lo que el mercado ofrece actualmente, que sean producidas de manera consciente, respetando los tiempos del entorno y preocupándose de no provocar mayor daño.
Bajo esta lógica nace Telare, un proyecto de reutilización textil que conecta la reutilización, la ropa y el telar mapuche y que busca entregar una segunda oportunidad a las telas que han sido descartadas. Cada producto se realiza bajo una filosofía de diseño y ejecución de acuerdo a los principios de sostenibilidad económica, social y ecológica.
¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Qué te inspira?
Lo primero que hago es lavar las telas, luego las corto a mano, corto hebras de 1 cm aprox, pero nada preciso porque después al tejer todas las telas van quedando aplastadas una encima de otra. Es un proceso super artesanal y super respetuoso con el medioambiente. Cada tejido y confección son hechos a mano. Más allá de tener una inspiración, lo que me motiva es usar el textil, que no quede guardado ni acumulado. Quiero que se use, que se convierta en otra cosa y vuelva a circular.
¿La elaboración y confección de tus productos son una forma de activismo?
¡Por supuesto que sí! Alguien dijo una vez: Mi autogestión no es capitalismo, es sobrevivencia, es resistencia a ser explotada en un trabajo que llamamos “normal”. El capitalismo esclaviza, mi resistencia me libera. Y esa es mi militancia, sumándole que no produzco colecciones al ritmo de la industria, sino que con productos atemporales, con poco stock y generalmente con pedidos personales. Todo el proceso y la intención de Telare es hacer activismo, generar conciencia y cambios en los usuarios.
¿De qué manera crees que el diseño puede contribuir al cuidado del medioambiente?
Un buen diseño respeta el medio ambiente. Lo que tenemos que hacer las marcas es mirar más a nuestro alrededor y ver qué es lo que necesitan las personas y el entorno y cómo entregar soluciones efectivas y amigables. Estoy segura que no necesitamos una moda nueva cada dos semanas ni vitrinas bombardeando con esta información.
¿Cuáles son los desafíos que tiene el diseño sustentable en el futuro?
Creo que el desafío en Chile con el diseño nacional es despertar aún más en términos de conciencia de consumo y responsabilidad ambiental, con planes fomentados desde los gobiernos regionales, desde el sector privado hasta diseñadores independientes, donde hay que seguir reformando los planes de trabajo en pro a la economía circular, del trabajo ético o los que han optado por trabajar con materia prima en base de residuos.
Poco a poco estamos instaurando la cultura del reciclaje, pero además incorporamos los términos Reducir, Reparar, Revalorizar, antes hablábamos de las 3r ahora tenemos 10. Donde el reciclaje tiene que ser la última opción. Pero esta idea de diseño sustentable se tiene que meter en nuestras casas, en nuestras familias, en nuestros hábitos. Creo que un producto de diseño que genere un impacto positivo en el medio ambiente, va a repercutir en tu entorno, alguien se va a cuestionar algo.
(*)Reutilización de residuos textiles, Biblioteca del Congreso Nacional: https://obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=repositorio/10221/27453/1/BCN_reciclaje_ropa_antecedentes_y_comparada.pdf