¡No más destrozos en Valparaíso!

Somos una ciudad considerada Patrimonio de la Humanidad y estamos viviendo momentos de angustia tras las graves consecuencias que trae el descontento de las personas como se pudo ver reflejado de forma totalmente agresiva este pasado 21 de mayo.

El desconecto social ha llegado al punto de solventar la rabia que viven cientos de personas de forma física a nuestra querida ciudad, se habla de delincuencia y de personas que tienen relación con un partido político que erradica a la violencia, pero el tema va más allá, como la falta de confianza de un proceso de cambio que nunca llegado para Valparaíso, lo que provoca una desigualdad evidente en nuestra urbe.

 

Nuestra ONG Valpo Interviene tiene como objetivo principal recuperar espacios de nuestro patrimonio, sin embargo es lamentable tener que nadar contra la corriente o convivir con el disgusto de las personas que a diario ven como se destruye algo que con tanto cariño y esfuerzo realizan para generar un cambio.

 

Nuestro último proyecto y el cual está a punto de finalizar, es el de la “Recuperación y Modernización de la escalera General Mackenna”, el que consta del embellecimiento de la escalera con coloridos mosaicos los que se van armando por medio de un taller que se realiza en nuestra oficina donde pueden llegar personas voluntarias de todas partes de la región.

Estamos sorprendidos con el interés que provoca realizar estos tipos de cambios en la ciudad, con la participación de cientos de personas que día a día recurren a nosotros para ayudar de forma totalmente voluntaria y con una alegría que forma esperanza para concluir cambios cada vez más masivos y positivos, con la idea de que lleguen a las personas con el fin de tomar consciencia en la sociedad.

¿Será posible un cambio a corto plazo? ¿Estaremos dispuestos a ser capaces de construir una sociedad que va de la mano?

Quizás actualmente muchos dirían un rotundo no, que no es posible que lleguemos a ser una sociedad totalmente justa e igualitaria en pensamientos, cultura y estilos de vida, pero es tiempo de no quedarse con los brazos cruzados y proponer cambios, solidarizar y empatizar con diferentes formas de pensar, así en un futuro quizás no muy lejano admirar y apreciar nuestra hermosa ciudad en su totalidad.

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