Lissette Rodríguez de Clínica Valparaíso y su experiencia como econegocio: “frente a un problema buscamos una solución súper ecológica”

Por Fernanda Casorzo Pino

Las torres de cartón acumulado y desordenado siempre a punto de caer, y los papeles y botellas plásticas mezclados con basura común que veía cada día en las dependencias de su lugar de trabajo, hicieron un clic en el espíritu verde de Lissette Rodríguez*, encargada de Calidad en Servicio de la Clínica Valparaíso, quien logró que el establecimiento se sumara a la red de econegocios de Valpo Interviene.

Casi media tonelada de residuos no orgánicos es lo que recicla mensualmente la Clínica Valparaíso como un econegocio de Valpo Interviene.  La inquietud nació en julio de 2016, cuando Lissette Rodríguez quiso terminar con la acumulación de cajas de cartón derivadas de las diferentes áreas de la clínica, y aprovechar el impulso para reciclar botellas de plástico pet 1 y papel, uno de los insumos más ocupados, y desechados, en las labores administrativas.

Recibió el apoyo inmediato de Ruby Fuentes, supervisora de Servicios Generales, quien también se declaró de espíritu verde y quien creía que el reciclaje hacía falta en la clínica. Todo comenzó con la capacitación de tres días que recibieron de Valpo Interviene, la que las dejó más que satisfechas en relación a la asistencia de los funcionarios porque “tratamos de que viniera uno por unidad para que entendieran la importancia de hacer bien las cosas para obtener un buen fin. No es la idea que lleguen aquí los chicos de Valpo Interviene y se encuentren con cajas armadas y torres y torres, no, sino que crear una cultura, pero también que les interesara y que les gustara, y me sorprendió que había harta gente que le gustaba y opinaba y preguntaba”, afirma Lissette. Por su parte, Ruby acota que “a mí me hicieron hartos comentarios positivos así como no sabía que ciertas botellas no más se podían reciclar o estos signos no los conocía”.

El retiro de los residuos es una vez a la semana; lo que seguro se llevan en grandes cantidades es el cartón, y el papel y las botellas pet 1 en la medida en que se vayan acumulando y llenando los contenedores –marcados con instrucciones de cómo depositarlos- ubicados en las distintas dependencias de la clínica. Si bien el personal de aseo es quien está en contacto más directo con los residuos, el resto de funcionarios ha ido aprendiendo a ponerlos de manera correcta, para alivianarles el trabajo y hacerlo más operativo. Con este nuevo sistema de reciclaje Lissette Rodríguez notó cómo ha “bajado bastante el volumen de desechos que mandamos como basura domiciliaria, se nos acumulaba bastante cartón porque tampoco el aseo se lo lleva, entonces teníamos ahí un problema, y finalmente frente a un problema buscamos una solución súper ecológica y que aporta bastante. Se generó un orden y un proceso que no es menor en una clínica, en un sector de salud donde todo tiene que estar con protocolos, entonces por ese lado fue súper positivo”.

Para ambas funcionarias, este es un camino sin retorno para la Clínica Valparaíso en el tema de la responsabilidad social; Lissette está convencida de que “la gente tiene la intención y si yo le puedo dar más armas para que puedan hacer más reciclaje, estoy segura que lo van a hacer”. Por su parte Ruby afirma que “el tema del reciclado es lo que se viene, creo que una persona que no se da cuenta de eso como que no está mirando su entorno, y creo que la clínica debiera ser la primera instancia para que empecemos porque lamentablemente no hay dónde reciclar, alguien que en su casa junta por ejemplo latas, ¿dónde las puede ir a botar o ir a dejar?… Siempre tengo esa intención verde porque pienso que esta es la tierra que le vamos a dejar a nuestros hijos”.

*A la derecha en la foto.

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