El cuidado del medio ambiente: uno de los pilares de la propuesta educativa del Liceo Juana Ross de Edwards

Por Paula Alfaro

Las ganas por reciclar estaban, los lugares para dejar los desechos también, no obstante, siempre los detenía la misma pregunta: “¿qué hacer con lo recolectado?”. Buscando una respuesta, fue que Mónica Hurtado y estudiantes del Liceo Juana Ross de Edwards contactaron a Valpo Interviene y lograron completar la cadena que hoy les asegura que sus residuos se están reciclando.

A un costado de la transitada Avenida Argentina se ubica este establecimiento, el que abrió sus puertas en el año 1959 y hoy tiene en sus manos la formación de alrededor de 1.100 estudiantes. Fe, acogida y servicio han sido por décadas sus tres valores, a los que hoy se suma la misión de establecer un compromiso con el medioambiente a través de la participación activa en su cuidado y conservación.

La comunidad escolar tiene el privilegio de contar con áreas verdes al interior del recinto. En cada patio se pueden apreciar grandes árboles y coloridas flores que embellecen el entorno, lo que permite que los estudiantes establezcan una relación estrecha con la naturaleza y que la misión con la que hoy trabajan cobre sentido en la vida de los niños, niñas y jóvenes.

El problema de los residuos en Valparaíso es transversal y las instituciones, en especial las educacionales, han comprendido que tienen una tarea sumamente importante al instruir en torno a la responsabilidad que tiene la población con el planeta. Es por este motivo, que además de debatir sobre el tema en algunas clases, decidieron capacitarse y gestionar el retiro de residuos junto a Valpo Interviene.

El trabajo ha sido encabezado por la profesora Mónica Hurtado, quien se ha encargado de gestionar muchas de las actividades que se requieren para que el resultado sea óptimo, sin embargo, no sería posible contar con todo lo necesario para que el camión retire los desechos cada 15 días, sin la colaboración de todos los integrantes del liceo. Al comienzo solo estaban contemplados los estudiantes del Segundo Ciclo Básico, pero desde este año el proyecto se hizo extensivo a todos los cursos desde 1° Básico a Cuarto Medio.

¿Por qué decidieron optar por el servicio de Econegocios de la ONG Valpo Interviene?

Mónica Hurtado: Este compromiso partió como una propuesta de los mismos alumnos en un taller de Formación Cuidadana, en séptimo básico. Siempre que hablábamos de Valparaíso, de sus problemáticas, ellos decían: tenemos que cuidar el medioambiente, pero Formación Ciudadana llama a ser concretos, o sea, no a quedarnos solo en las palabras.

Cuando presentamos este proyecto a la dirección, ellas me decían que muchos habían hecho algo similar pero siempre contaban con el problema de no saber dónde ir a dejar los desechos que se juntaban. En la ciudad no hay un espacio destinado a eso y no está organizado el tema del retiro de aquello que uno junta, entonces, uno puede juntar, acumular material, pero no hay donde dejarlo después. En esa búsqueda conocí a Econegocios a través de Internet, los contacté y sellamos esta alianza.

¿Cómo ha sido adaptarse a este nuevo hábito?

MH: Ha sido gradual. No puede ser de la noche a la mañana. Es una preocupación para nosotros, por ejemplo, en los terceros básicos las profesoras hicieron una actividad que involucraba a los apoderados, para que el niño lleve la semilla, lleve la información y comprometa a los papás, para que el mensaje salga del colegio también. Pero esto demora, tiene tiempo y da más resultado con los más pequeños.

¿Cómo se organizan?

MH: Tengo un buen grupo en el tercero medio en el electivo, ellos son los que me ayudan y van todos los lunes y martes y recogemos el papel blanco en las salas, sino sería una tarea muy compleja para hacerla sola. Además, en el patio tenemos los contenedores de Tetrapack y de botellas de plástico, que ahora también con el programa de Vida Saludable ha disminuido bastante porque toman menos bebidas. Por otro lado, los alumnos monitores de medioambiente son los encargados de revisar todo en sus respectivas salas, tenemos el compromiso de los profesores y de los asistentes de la educación.

¿Por qué diría usted que es necesario este servicio en una ciudad como Valparaíso?

MH: Yo creo que muchos colegios tienen la posibilidad de hacer la campaña, pero al final no hay forma de sacar lo que se recicla. Uno de los grandes problemas en todo colegio es que no hay dónde guardar ni lugares para dejar el material, porque siempre tiene que estar todo limpio, higiénico. Lo positivo que tiene Econegocios es que nos permite darle vida real al reciclaje. En Valparaíso hacen falta puntos limpios, donde todos podamos ir a dejar los materiales.

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