Hace dos meses comenzaron a reciclar dentro del establecimiento y se sienten convencidos de estar generando un gran aporte al entorno. Los más comprometidos, manejan mucha información acerca de los problemas medio ambientales que hoy sufre nuestro planeta y creen que es importante mostrarle a toda la comunidad escolar de qué manera pueden aportar a hacer del mundo un mejor lugar.
Por Paula Alfaro
Son cerca de las 3 de la tarde en el liceo Santa Teresa y los niños esperan ansiosos el comienzo del taller de huerta y medioambiente, a cargo de Carolina Severino, una de sus profesoras. Por segundo año consecutivo, estas jornadas buscan entregarles conocimientos acerca de las diversas plantas que cultivan en el colegio y, desde hace algunos meses, todo lo relacionado con el reciclaje.
Está compuesto por 15 estudiantes, los que se comprometen con turnos semanales para cuidar del huerto, gestionar los residuos en el colegio y de lo esencial: informar acerca de la importancia de cuidar de nuestro entorno.
Como en muchos lugares en los que se implementa el servicio de reciclaje, el panorama ha sido complejo. Si bien hay contenedores diferenciados con señalética que indica de qué manera botar cada material, para algunos pareciera más fácil dejar todo el cualquier lugar, perjudicando no solo el trabajo de los encargados, sino que, en ocasiones, también su motivación.
No obstante, los niños son optimistas y creen que si no bastó con la primera charla sala a sala explicando detalladamente todo el proceso, pueden hacer más afiches para reiterar la información y así generar conciencia ambiental.
Al comenzar el taller realizamos una entrevista grupal para acoger todos los comentarios de sus participantes y conocer las principales motivaciones de los estudiantes. Ellos creen que el cambio de hábito debe ser una tarea compartida y están dispuestos a llevarla a cabo.
¿Creen que es necesario reciclar?
-Es necesario tener los contenedores para poder clasificar y así cuidar más al medioambiente.
-Sí, para que no haya tanta contaminación. Además, últimamente andaban diciendo que las personas podían vivir en Marte y dejar este planeta, y ¿por qué las personas tienen que escapar de su realidad? ¿Por qué no tratan de mejorarla antes de que quede tan mal? Y vivir aquí no más.
-Es importante y también es necesario que puedan hacerlo en sus casas, en el colegio, en todos lados.
¿Cómo les ha parecido el proceso?
-Fácil, porque a mí me gusta reciclar. Es tener ganas no más.
¿Cómo les explican a los demás estudiantes la manera correcta de reciclar?
-Pasamos sala por sala explicando para qué es cada cajita.
-Hicimos afiches y los pegamos en el colegio, para explicar lo que tienen que hacer, la forma en la que los tienen que dejar para que ocupen menos espacio y lo necesario para que no haya errores. Por ejemplo, a las cajas de juguito sacarles la bombilla, aplastarlas y dejarlas.
Para Carolina conectar a los estudiantes con el entorno es una tarea importante y le ha costado poco motivar a los integrantes del taller, quienes se preocupan de diversas tareas y se sienten felices de ver cómo día a día sus plantas crecen y más personas deciden reciclar en vez de tirar todo a la basura.
¿Qué actividades realizan en el taller de huerto y medioambiente?
Carolina Severino: Trabajar en el huerto, les enseño sobre plantas medicinales, tipos de plantas y más que nada ahora nos estamos centrando en el tema del reciclaje que igual nos demanda harto tiempo. Por ejemplo, hoy vamos a hacer nuevos afiches para informar. También hacemos venta de comida saludable para recaudar fondos para hacer algunas convivencias en las que integramos lo aprendido: no usamos vasos plásticos, les pedí que trajeran su tazón, yo traje cubiertos, la idea es ir generando más consciencia todavía.
¿Cómo ha sido la recepción de los niños?
CS: Súper buena. A ellos les llam
a la atención porque no están acostumbrados, entonces que yo les diga “no ocupen bombillas, reduzcamos la cantidad de residuos que estamos generando” les gusta. También se involucran en otras tareas: juntamos las cascaritas de huevo y las bolsitas de té que se juntan en sus casas y las usamos como fertilizante y materia orgánica para la tierra. Y así, distintas iniciativas.