Nuestro planeta está en riesgo. Esta situación, así de clara como triste, se acentúa con la profundización de las principales problemáticas que nos afectan: el calentamiento global, la contaminación de las aguas y del aire, las graves inundaciones, los incendios forestales, la sobreexplotación de recursos naturales, la enorme cantidad de basura que generamos, entre muchos otros.
Esto sin duda nos conmueve y nos invita a adoptar nuevos hábitos, repensar nuestro comportamiento y modificar nuestra conducta para mitigar, de alguna forma, todos estos problemas. Y si no lo hace -quién sabe por cuáles motivos- nos afecta. Y muy duramente.
Las condiciones del agua, del aire y de nuestros bosques en la actualidad no son las mismas que hace décadas y según las estimaciones de organismos internacionales el panorama solo empeorará si no cambiamos nuestra relación con el entorno.
Afortunadamente, en medio de todo este panorama triste y complejo, hay personas que han decidido hacerse cargo de estas denuncias y de revertir lo que consideran como una injusticia. A eso lo denominamos activismo: una dedicación intensa por hallar solución a un problema determinado.
En el ámbito medioambiental son muchas las organizaciones que se enfocan en contribuir con diversas prácticas a mejorar las condiciones de nuestro planeta y de todos quienes lo habitan.
Nosotros quisimos conocer la experiencia de dos de ellas y descubrir qué es lo que las moviliza a trabajar desde el corazón por estas causas y cuáles son los principales desafíos que tenemos que enfrentar como sociedad en el presente y el futuro respecto al medioambiente.
La basura no existe
La Fundación Basura nació el 2015 y fue creada por 3 amigos que tenían ganas de aportar para solucionar la problemática de la basura. Hoy en día movilizan todos sus esfuerzos a demostrar que La Basura No Existe y para ello realizan distintas actividades a través de sus plataformas. Macarena Guajardo, Directora Ejecutiva de la Fundación Basura, nos compartió su visión sobre el trabajo de la organización.
¿Dónde nace la inquietud de la organización y personal de trabajar por el cuidado del medioambiente?
A partir de las pocas iniciativas existentes a nivel país y la evidente desigualdad y crisis climática que estamos enfrentando.
¿Qué significa para ti el activismo?
Significa decidir hacer algo respecto de aquello que no nos parece correcto.
¿De qué manera el trabajo de la organización incide en generar cambios en la sociedad?
A través de la participación en espacios de incidencia política, del trabajo con los distintos sectores de la sociedad y de la realización de experiencias educativas para las personas.
Generar una nueva relación entre las personas y su territorio
ONG Endémica es una organización que surge en el 2017 a partir de la motivación de un grupo de amigos, porteñas y porteños con ganas de hacer algo por Valparaíso desde la vereda del medioambiente. Hoy se dedican a la educación ambiental y han tenido experiencias de compostaje y vermicompostaje a distintas escalas, salidas botánicas y de reconocimiento de la ciudad.
Conversamos con Fernanda Arancibia, miembro de esta organización quien nos contó cómo ha sido la experiencia de trabajar en una causa que los moviliza.
¿Cuál es el rol social que cumplen las organizaciones que trabajan por el cuidado del medioambiente?
Es hacer un poco lo que no hace ni el Gobierno ni el ámbito privado, que es hacerse cargo de aquellas problemáticas que no están siendo trabajadas hoy en día. Lo importante es que las organizaciones de base son el corazón de las comunidades, o sea, representan el sentir de las comunidades, y pueden ser la voz y el brazo operativo de ese deseo de la comunidad de hacer cosas y que representa este cambio de consciencia.
¿Cómo promueves esta causa personal en tu entorno?
Yo creo que todos los que hacemos activismo y trabajamos en organizaciones sociales tiramos el rollo todo el rato. Porque no solamente es un trabajo sistemático, en el fondo, la motivación nace desde el corazón. No es algo que te permita vivir de ello. Bueno, en algunas ocasiones contadas sí, pero no es algo que te permita acceder al poder o a riqueza, para nada. Sino que nace desde un deseo profundo para hacer algo frente a las injusticias, con el deseo de que podamos lograr algo mejor para todas y todos. Lo que hacemos es generar conversación, tirar el rollo donde sea que uno vaya.
¿Cuáles son los desafíos que enfrentamos como sociedad respecto a la preservación del medioambiente?
Es enorme. Tenemos que inventar algo nuevo con las herramientas que tenemos actualmente. Hoy en día tenemos tecnología y tenemos instalada esta cultura de la comodidad, de lo inmediato y ¿cómo hacemos para vencer todo eso? Definitivamente vamos a necesitar cambios estructurales.